Turismo debe aportar más que Pemex y remesas

Se llama Roberto Borge. Es Gobernador de Quintana Roo. El mandatario más joven del país, pero a sus 31 años tiene una influencia inusitada en la política doméstica, por ser el priista de mejores relaciones personales con el Presidente de la República, el panista Felipe Calderón, quien prefiere su terruño, Cozumel, para pasar sus vacaciones largas y cortas.

Más aun, Calderón decidió irse de compras a Cancún con su familia el Buen Fin. Y acaba de ser uno de los principales cabilderos para que su paisano de Cuzumel, Pedro Joaquin Coldwell, sea líder nacional del PRI. Pero el reto de Borge va mas allá de sus cualidades políticas, pues ser Gobernador de Quintana Roo exige mucho mas que eso: está obligado a ser también un gran empresario. Porque Borge, en colaboración con la secretaria de Turismo, Gloria Guevara, es uno de los principales responsables de engrosar las arcas nacionales: el turismo es la tercera fuente de ingresos del país, después del petróleo (en 2010 genero 41 mil 683 millones de dólares) y la industria maquiladora, que atrajo 18 mil millones. Y Quintana Roo recibe a la mitad de los 30 millones de turistas que visitan el país cada año.

Por eso, esta semana fue designado por unanimidad Presidente de la Comisión de Turismo de la Conferencia Nacional de Gobernadores, y La Razón lo entrevistó en exclusiva.

La Razón: Menuda tarea la suya ahora… Roberto Borge: ¿Tarea? Más que eso: es un gran reto, porque mis compañeros gobernadores reconocen a Quintana Roo como líder en turismo, no sólo del país, sino de Latinoamérica; al principal receptor mundial de cruceros; al estado que tiene en Cancún la segunda marca más conocida en el mundo; que posee más de 81 mil habitaciones hoteleras, el 80 por ciento de cinco estrellas, el aeropuerto que recibe al mayor número de turistas en el país….

LR: Entonces, es de esperar que quien gobierna Quintana Roo tenga algo que aportar para impulsar el turismo. RB: No, no, yo no diría “impulsar”, yo diría que tengo que contribuir a hacer del turismo la principal actividad generadora de divisas en México, por encima del petróleo, la industria maquiladora y las remesas de los mexicanos que residen en el exterior.