Cuando aún el Sáhara se encontraba cubierto por un manto verde y las pirámides de Guiza eran probablemente tan sólo un proyecto o el sueño de una mente ambiciosa, los dioses africanos dejaron un árbol sagrado en Sudáfrica, con unas ramas que parecían tener la misma imagen magnánima de sus raíces, dando la impresión de estar invertido para mirar el cielo. El Baobab Sunland, es toda una atracción de este exuberante país.




Leyendas e historias, estudios científicos y pruebas; demuestran que este llamado “árbol de la vida” tendría 6.000 años de antigüedad. Sin embargo, no es sólo este el motivo que ha convertido al “árbol invertido” en toda una sensación entre lugareños y turistas. ¿Qué podría ser más impresionante que ver un árbol milenario? Sencillo, tomar una cerveza dentro de él.

Así como lo lees, este antiquísimo espécimen, alberga en sus entrañas al mundialmente famoso Big Baobab Bar.


“Enraizado” en Modjadjiskloof, provincia de Limpopo, es el “clásico ejemplo” de lo que sucede cuando uno de estos ejemplares pasa la valla de los frioleros 1 000 años. Y no, no me refiero a que a esa edad, todos se vuelven bares. Lo que sucede llegado ese momento es que se empieza a “ahuecar” naturalmente por dentro. Es así, que el Baobab Sunland, ya hace bastante tiempo que empezó a descubrir sus cavernas internas.

Pero lo que no nació naturalmente ni por generación espontanea es el acondicionamiento del bar. Esto se debe a pareja holandesa Van Heerden, quienes trabajaron para limpiar adecuadamente su interior y transformarlo en un singular lugar para tomar una refrescante bebida. Esta aventura inició en el año 1993, y en la actualidad, recibe unos 7 000 turistas anualmente.

Este árbol bar, es todo un ejemplar para deleitar la mirada, su presencia imponente sólo se compara con sus dimensiones. Posee una altura de 22 metros y un diámetro de 47 metros. Y a pesar de encontrarse “vacio” en su interior, sus “paredes” son de un espesor considerable. Gracias a todas estas características, permite fácilmente el ingreso de hasta 60 personas, pero si deseas disfrutar de tu bebida en un cómodo asiento tendrás que ingresar entre los primero 15 clientes, pues sólo se dispone butacas para este número de personas.


Y como ya hemos mencionado es muy concurrido, por lo cual la familia Van Heerden ha dispuesto también para los clientes unas simpáticas cabañas para alojarse cerca del bar, además de ofrecer actividades al aire libre.

Toda una visita que merece ser incluida en el itinerario de tu próximo viaje a Sudáfrica. Y si te preguntas si haber convertido el árbol en bar le ha causado algún daño no te preocupes, el matrimonio Van Heerden se ha encargado responsablemente de su mantenimiento. Podrás ver con satisfacción cómo siempre florece hermosamente y que aún es hogar de diversas especies.



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